Hasta hace algunos años era obligatorio hospitalizar al paciente para llevar a cabo los procedimientos quirúrgicos, garantizando así los cuidados necesarios antes, durante y después de la cirugía.
Con la cirugía ambulatoria se logran disminuir notablemente los costos hospitalarios y la incidencia de infecciones nosocomiales y así aumentar el grado de satisfacción del paciente, el cual se podrá integrar rápidamente a su vida normal.